No más silencio: Justicia por Shiri, Kfir, Ariel y Oded
Justicia por Shiri, Kfir, Ariel y Oded víctimas de Hamás.
Hoy, el dolor nos atraviesa como un rayo que quiebra el alma. Cuatro vidas inocentes, arrancadas de la manera más cruel y despiadada, nos recuerdan que la maldad no tiene límites. Shiri Bibas, su bebé Kfir Bibas de apenas 9 meses, su hijo Ariel Bibas de 4 años, y Oded Lifshitz, fueron víctimas de la brutalidad de los terroristas de Hamás, un grupo que no conoce de compasión ni de humanidad.
Un llamado a la justicia
No hay palabras que alcancen para describir el vacío que deja su ausencia.
Sin consuelo para las familias que hoy lloran, ni para el pueblo judío que clama justicia.
No hay perdón para quienes perpetraron este acto de barbarie, ni para quienes, desde la indiferencia, permiten que el terror siga creciendo.
Shiri, Kfir, Ariel y Oded, esos nombres que ahora resuenan en nuestros corazones, ya no están aquí. Sus sonrisas, sus sueños, su inocencia, fueron arrebatados por la oscuridad de Hamás. Hoy, descansan en paz, lejos de este mundo que les falló, pero su memoria nos obliga a no callar, a no mirar hacia otro lado.
¿Existe todavía alguien que pueda justificar lo injustificable?
¿Cómo podemos, como humanidad, permitir que esto siga ocurriendo?
El asesinato de inocentes, el secuestro de niños, la destrucción de familias, no son actos políticos ni de guerra: son crímenes contra la humanidad. Y ante ellos, no puede haber silencio.
Solidaridad y lucha
Hoy, nos solidarizamos con las familias de los secuestrados, con el pueblo judío y con todos aquellos que sufren bajo el yugo del terror.
Hoy, levantamos la voz para decir: ¡Nunca más!
No más indiferencia, no más justificaciones, no más tolerancia hacia quienes siembran el odio y la muerte.
Am ejad lev ejad. Un pueblo, un corazón. Porque solo unidos, con un mismo latir, podremos vencer la oscuridad y construir un mundo donde la vida valga más que cualquier bandera, donde la justicia sea más fuerte que el miedo, y donde el amor triunfe sobre el odio.
Descansen en paz.
Shiri, Kfir, Ariel y Oded, descansen en paz.
Su memoria será nuestra lucha.
No hay consuelo, no hay perdón. Solo la promesa de que no olvidaremos, y que no descansaremos hasta que la luz venza a la oscuridad.
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