Mensaje del Rector
Jesús Quirce Andrés, L.C.,
con motivo del Encuentro con Egresados de la Comunidad Judía en el marco del 50 Aniversario de la Universidad Anáhuac
Comunidad Judía, grupo muy apreciado al que ya sobrepasan los 2,500 miembros.
Si bien todos ustedes forman parte de la Generación Anáhuac y sin ninguna diferenciación reciben la información que enviamos a todos nuestros egresados sobre actividades universitaria y sobre posgrados, conferencias y cursos de actualización continua, sin embargo, ante la sugerencia de un grupo de amigos y consejeros de que era importante no dejar de lado la gran relación que existe entre la Universidad Anáhuac y la Comunidad Judía de México, valía la pena informar a todos ustedes, miembros de ambas comunidades, sobre algo que no debemos pasar como ordinario, pero sí asumimos como lo correcto: una normal, respetuosa y cercana relación entre la Universidad y sus alumnos, egresados, profesores y amigos de la Comunidad Judía.
Maestra Aida Vladimirsky
Valoro el esfuerzo que ha hecho porque representa la solidaridad y cariño que siente con la Universidad, manifestada en una pertenencia de más de 20 años en nuestro claustro académico.
Agradezco también al Mtro. Alberto Bazbaz que se ha dirigido a ustedes como un miembro muy cercano a la comunidad Anáhuac. Beto, te recuerdo desde tus tiempos de líder estudiantil, después como maestro y consejero, y ahora como egresado destacado que sirve a México aplicando su liderazgo de acción positiva en el sector público. Gracias por estar aquí y por tus continuas referencias de aprecio a tu Alma Máter.
Queridos egresados de la Comunidad Judía, ustedes son parte activa de nuestra Comunidad Universitaria, por ello y para mejor poder acercarnos y estar atentos a nuestra relación es que tenemos una magnífica relación con el Comité Central de la Comunidad Judía y con Tribuna Israelita. Mandamos un cordial saludo a Salomón Achar, a Mauricio Lulka y a René Shabot Dayan.
Tenemos una gran relación con la Red Escolar de la Comunidad Judía, de la cual recibimos alumnos de prácticamente todas sus escuelas y, la Universidad a su vez entrega becas para que sean administradas por los directores de las escuelas para incentivar a los mejores alumnos en su consideración. Saludo nuestra relación con el Colegio Atid, con el Colegio Hebreo Maguen David, con el Colegio Hebreo Monte Sinaí, con el Colegio Hebreo Sefaradí, con el Colegio Hebreo Tarbut, con el Colegio Israelita de Mëxico, con la Escuela Yavne y con Or Hajayim.
Las principales fiestas judías forman parte del calendario universitario y siempre buscamos la manera de que los alumnos observantes puedan encontrar la forma de ir adelante en sus estudios profesionales, compaginando con las diversas responsabilidades del quehacer formativo profesional y el respeto a su fe.
Y también tenemos una importante relación con el Estado de Israel, con cuyos embajadores a los largo de ya muchos años hemos siempre tenido una cordial y cercana relación. No hace ni dos semanas que con motivo de la visita de la hija de Yitzhak Rabin a nuestro campus, tuve el gusto de recibir a la Sra. Embajadora, la Excma. Dra. Rodorica Radian Gordon. Nuestra relaciones académicas con las universidades de Israel son motivo de orgullo. He podido participar en primera persona, en diversas ocasiones, de viajes a Israel para fortalecer nuestras relaciones académicas con instituciones como la Universidad Hebrea de Jerualem, la Universidad de Tel Aviv, la universidad de Ben Guriòn y el Technion. Saludo también nuestra cercanía en México con la Universidad Hebráica, tan cercana de nuestro campus.
Es particular la cercanía con el Presidente de Israel, Dr. Shimon Peres, a quien hace un par de años tuve el gusto de conferir el grado de Doctor Honoris Causa de la Universidad Anáhuac en la Ciudad Eterna de Jerusalem, ceremonia en la cual nuestra universidad recibió un especial reconocimiento de su parte por su papel que tiene en la formación de líderes con valores.
De especial relevancia es el trabajo que la Cátedra Shimon Peres por la Paz lleva realizando en la Universidad Anáhuac en los últimos 10 años, al frente de la cual está nuestra distinguida egresada Tamara Kolangui, a quien saludo. La colección de 6 libros para la promoción de la cultura de la Paz, fruto del trabajo de esta Cátedra, fueron uno de los más importantes lanzamientos de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara el año pasado, en el que Israel fue el país invitado. Tuvimos la oportunidad de presentar esta colección al Presidente Shimon Peres, que también asistió a Guadalajara con esta ocasión.
No menos importante es el hecho de que el edifico más público de la Universidad lleve el nombre de un gran estadista israelí: Yitzhak Rabin. El que el Centro Cultural más importante del poniente del área metropolitana, con sede en nuestro campus, lleve el nombre de este Premio Nobel de la Paz, que vivió y murió buscando la paz entre las naciones, es un claro recordatorio de que nuestro campus está dedicado “A la Amistad Universal entre los Pueblos”, frase que está esculpida en bronce en el Pebetero con su llama perenne que arde al centro del campus desde su inauguración. Que en una universidad católica se dedique el edificio más visible a un líder del pueblo de Israel es un recordatorio de que el arte y la cultura no tienen raza, nacionalidad ni idioma, sino que son un patrimonio común de la Humanidad; un testimonio de que el arte y la cultura son un legado común de lo mejor del hombre a través de su historia.
Nuestro esfuerzo por lograr que haya una mayor cercanía con la Comunidad Judía nos ha llevado a contar materias humanísticas que todos los alumnos de la universidad pueden cursar de manera electiva. De esta manera sumamos el quehacer formativo al bagaje cultural y moral que la universidad confiere a sus alumnos, ciertos de que del conocimiento y la reflexión en el salón de clase fortalece la visión y la moral de todos sus alumnos, capacitándoles para defender fuera del campus los valores del respeto, la tolerancia, la paz y el sincero aprecio del prójimo, consagrado en los valores judeo-cristianos. También hemos colaborado en la realización de publicaciones, como el que promovió Tribuna Israelita: Textos para el Dialogo Judeocristiano, escrito en su momento por tres profesores de nuestra casa de estudios: David Calderón, José Enrique Gómez y Carlos Lepe, fue una colaboración magnífica con Tribuna Israelita. Estamos abiertos a una nueva edición o a nuevas publicaciones en este sentido.
Queridos amigos: Esta noche en mi calidad de Rector que la Universidad Anáhuac está muy orgullosa de todos los que la conforman y que son parte de la Comunidad Judía; decirles que esperamos tenerles siempre más cerca, a ustedes, a sus familias a sus Comunidades; que la Anáhuac necesita de ustedes para poder llegar a ser una universidad cada vez más sólida y madura al servicio de la juventud mexicana y forjadora de un mejor futuro para la patria mexicana, por ello, sepan que siempre pueden contar con la Universidad Anáhuac y que ésta es en verdad su Alma Máter.
Quiero contarles que para la Universidad fue un gran honor haber recibido el Premio Jerusalem 2008, el cual nos fue entregado en el Centro Comunitario Ramat Shalom. Esa noche pudimos apreciar como todas estas acciones que para la Universidad pueden ser normales, en realidad son muy importantes y tienen un valor especial para todos los miembros de la Comunidad Judía, propios o ajenos.
Termino agradeciendo sinceramente su presencia esta noche. Les felicito nuevamente en el marco del 50 Aniversario de este hogar común que es la Universidad Anáhuac, de la cual espero se sientan orgullosos. Una comunidad en que la diariamente 14,000 alumnos, profesores y personal administrativo buscamos ofrecer a México soluciones a muchos de sus problemas; un Campus que vibra todos los días en la maravillosa tarea de ofrecer un espacio común para la formación en valores de los líderes de acción positiva que nuestra sociedad necesita, entre los cuales están ustedes; pero seguramente vendrán después de ustedes sus hijos, sus sobrinos, sus nietos. Aquí estará la Anáhuac con los brazos abiertos.
Varias veces he concluido un mensaje importante con las mismas palabras, y hoy lo quiero volver a hacer, porque es un mensaje poderoso: “Estoy convencido de que el siglo XX será considerado en el futuro como la centuria de la normalización de las relaciones judeocristianas. Este es un logro que hay que cuidar de manera escrupulosa. Se trata de una serie de éxitos frágiles, que no podemos dejar de cultivar. Sirva este evento- y lo retiro también esta noche- como la oportunidad de renovar nuestro compromiso para que nuestras comunidades nunca se vuelvan a sentir alejadas, para que reconozcan, la uno en la otra, un ámbito de solidaridad que constituye parte de su vocación en este momento histórico; y finalmente, para que tanto desde la rica diversidad de sus tradiciones judías, como desde su honda raíz cristiana, México dé un testimonio de fraternidad que ilumine en esta hora en la que el mundo tanto necesita de ejemplos vivos de convivencia fraterna, respetuosa y solidaria”.
La próxima semana celebraremos Rosh Hashana, así que no quiero terminar sin desearles Shaná Tova Umetuka.
Shalom.
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