Hay quienes opinan que el libro de Lewis Wallace, no es precisamente un joya de la literatura.
Sin embargo, su retrato en la pantalla se remonta a la película muda de 1907, replicando en 1926, 1959, 2010, y ahora en 2016; sin considerar su versión exclusiva para televisión de paga (Netflix).
Eso habla de una historia que mucho tiene que ver con un éxito literario, que curiosamente se prefiere disfrutar en la pantalla.
Pero bueno. Han transcurrido 57 años de aquella épica versión, protagonizada por Charlton Heston, un actor que se inmortalizó mayormente por películas bíblicas, por apoyar a la Asociación de Rifles de los Estados Unidos (lo que mermó mucho su popularidad), y por su triste desenlace víctima de Alzheimer, enfermedad que posiblemente fue causante de tan nefastas declaraciones.
En fin. Después de 57 años Ben Hur sigue comandando a los hermosos caballos blancos, que lo inmortalizan como personaje y como héroe épico.
La gran diferencia de esta nueva versión, a diferencia de la de 1969, es que se le da una especial importancia a los antecedentes del cariño, y posterior encono, entre los dos grandes amigos, Ben Hur y Mesala.
Un capítulo aparte merece la actuación del gran actor Morgan Freeman, quien ha interpretado papeles cómicos, serios, dramáticos, de villano, de héroe, de presidente ¡y hasta de Dios!
Ahora es el africano, que confía a Juda Ben Hur lo más preciado de su vida, que son sus hermosos corceles blancos (tordillos).
Pero no se trata de un papel precisamente secundario, aunque en tiempo sea corto; sino que se convierte en un apoyo constante y decisivo en el desarrollo y desenlace de la cinta.
Regresando al tema de la película, es una medida muy acertada, que el actual libro cinematográfico le brinde una buena explicación al cómo y porqué existe una gran amistad, que se transforma en odio.
En esta ocasión, Mesala ya no es el personaje cruda y cien por ciento cruel, que nos retrató aquella versión del 59.
Tampoco Juda Ben Hur es una completa y bondadosa víctima de la vileza de su amigo.
Existen razones y situaciones. Y tal vez hasta juegos del destino mal manejados, que llevan a una desgracia.
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Esa es la gran diferencia, y eso nos lo cuenta MUY BIEN
esta nueva producción del gran clásico “Ben Hur”
Además ¡un Final Diferente!
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