Llegó el COVID-19 a las pasarelas

1024 683 Brenda Jaet
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El coronavirus (COVID-19) llegó a Italia, país que ocupa el tercer lugar en número de víctimas, después de China y Corea del Sur, justo en el momento en que se estaba llevando a cabo uno de los eventos bianuales de la moda más importante del año: Milán Fashion Week. Y aunque el diseñador Giorgio Armani fue el único que canceló su desfile, optando por hacerlo vía streaming, las pasarelas se llevaron a cabo como de costumbre.

Sin embargo, la ausencia de compradores, editores y celebridades asiáticas tuvo un gran impacto; todavía no se cuantifican las pérdidas económicas. Y es que China es el cliente principal del lujo en el mundo, y su ausencia inevitablemente tendrá repercusiones.

También varias fábricas tuvieron que cerrar, haciendo imposible las citas de compra que preceden al evento y truncando mucha de la producción.

Como siempre, después de Milán, sigue París, en donde hasta hoy todo va conforme al itinerario, salvo por las seis firmas asiáticas que cancelaron su presentación. Por precaución, muchos decidieron irse manejando a la Ciudad de la Luz —para no arriesgarse en los aeropuertos— y en el desfile del diseñador Dries Van Noren, los invitados fueron recibidos con tapabocas y gel antibacterial para manos. En cuanto a los cocteles, las fiestas y hasta la cena de bienvenida que dio el presidente Macron siguieron viento en popa.

La semana de la moda trae consigo muchos beneficios para la ciudad en donde se lleva a cabo—turismo y prensa— y, por lo tanto, una importante derrama económica. También es cierto que, como cualquier otro evento público, puede ser caldo de cultivo para el contagio de un virus.

Cabe señalar que fueron más virales las fotografías de algunas celebridades que posaron con cubrebocas de lo más sofisticados, que las medidas sugeridas para prevenir un contagio.

No olvidemos que muchos de los asistentes al Paris Fashion Week vienen de Milan Fashion Week, y que terminando esta semana regresarán a casa a sus países de origen, y ahí es donde viene el verdadero problema. Las cifras de contagios y muertes muestran una realidad alarmante.

Ya cancelaron la semana de la moda de China y la de Shanghái. Los mercados de las ferias, donde se hacen los negocios y compras más importantes de la industria de la belleza, han sido pospuestos, como Cosmoprof Worldwide Bologna, que es de las más importantes, con tres mil expositores y 265 mil asistentes. También el carnaval de Venecia ha sido suspendido.

Asimismo, el COVID-19 ha traído consigo una baja en ventas globalmente en el sector de lujo, puesto que la disminución de turistas asiáticos, especialmente por Europa, ha traído como resultado una baja en ventas de estos productos; por ejemplo, los relojes suizos de marcas como Rolex, Patek Phillippe y Audemars Piguet. Para unos puede ser un simple capricho, pero los números y la economía demuestran lo serio del impacto del coronavirus.

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