Aunque Martinez negó las acusaciones pocos meses después, en marzo de 2016, abandonó su puesto en la compañía y se trasladó a Barcelona con su esposa.

El equipo legal de Martinez y WPP ha dado a conocer un documento en el que admiten una de los hechos de los que se le acusa, haberle dicho a un periodista de Campaign que se mudaba de barrio porque había “demasiados judíos”.

Aunque también matiza que la frase se explica por su deseo de “vivir en una comunidad diversa”.

Sin embargo, el resto de acusaciones son negadas en el documento. Una de las situaciones expuestas en la demanda inicial es haber dicho a un grupo de empleados durante una cena en Los Ángeles: “odio a esos putos judíos”. No obstante, aunque Martínez sí admite haber mantenido esas conversaciones, niega esas palabras.

La demanda se refiere también a un vídeo en el que se ve a Martínez asegurando tener miedo de ser “violado… y no en el buen sentido”, del que afirma “habla por sí mismo” al referirse a un grupo de afroamericanos alojados en el mismo hotel que él en Miami.

Las acusaciones no terminan ahí pues Johnson también asegura que Martínez la acosó y humilló tanto dentro como fuera del trabajo. El documento de los abogados vuelve a negar una actitud agresiva de Martínez o que expresara su deseo de “violarla en el baño”.

Por su parte, la compañía también ha hecho público un documento en el que se apoya la versión de Martínez y niega que Johnson acudiera a Laura Agostini, chief talent officer de la empresa, para expresarle sus intentos de denunciar ante la compañía los hechos o más bien que ocurriera como Johnson lo cuenta.

Además, aseguran que tanto Agostini como el chief creative officer, Matt Eastwood aconsejaron a Martínez o utilizar la palabra “violar”.

Esos documentos salen a la luz después de que el juez encargado del caso denegara la petición de los abogados de desestimar el caso.

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