Este dispositivo israelí está salvando vidas en Afganistán
"El Ejército de Estados Unidos decidió que nuestro Pocket BVM encajaría en escenarios de combate mucho mejor que los respiradores tradicionales", expresó Dov Maisel, inmigrante estadounidense que inventó el ventilador manual con su amigo y compañero voluntario, Akiva Pollack.
La historia del Pocket BVM es una de ingenio, de unidad para el éxito y un "corazón judío".
La Unidad Hatzalah es uno de los servicios de rescate en Israel, y trabaja no sólo a nivel local, sino en todo el mundo. Los voluntarios han trabajado en Japón, Nepal, y muchos otros lugares afectados por los recientes desastres naturales. En 2013 la organización fue nominada para el estatus consultivo como ONG de las Naciones Unidas (organización no gubernamental). "Lo que es único acerca de la Unidad Hatzalah es que es la gente de la comunidad ayuda", dijo Maisel. "Todo lo que hacemos es tratar de ayudar a salvar vidas".
Fue ese deseo de agilizar el proceso de salvar vidas lo que llevó a Maisel y Pollack a soñar con el Pocket BVM en 2004.
Las máscaras tradicionales se han utilizado desde la década de 1950 para bombear manualmente oxígeno a los pulmones de las personas que no respiran correctamente, o no respiran en absoluto. Una máscara está unida a la cara del paciente, y el trabajador de primeros auxilios bombea aire a los pulmones, ya sea manualmente (como es más común en situaciones de rescate) o con bombas eléctricas. El flujo de aire ayuda a revivir al paciente mientras se tratan las heridas.
El problema con los respiradores tradicionales, según Maisel, es que son demasiado grandes para arrastrar a todos lados.
"Para los soldados en el campo que tienen que llevar todos sus suministros a la espalda y permanecer alerta ante el enemigo, llevando una máscara de goma o plástico y una bolsa grande de globo es muy difícil. Una cosa es si se puede almacenar en un vehículo, pero incluso si se puede, los preciosos momentos que pasas corriendo hacia el vehículo, tirando de la BVM y llevando al paciente y luego conectarlo podrían ser los pocos momentos críticos que necesita para salvarlos", explicó.
Fue entonces cuando Maisel primero pensó en un BVM portátil, flexible, plegable y almacenable que podría caber en un pequeño estuche circular, listo para su uso en cuestión de segundos. Los respiradores tradicionales ya estaban hechos de material flexible de todos modos, sería una cuestión de ingeniería para crear una versión plegable del dispositivo.
Con Informacion de Agencia Judía de Noticias y Estado de Israel
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