Byron Katie (mejor conocida como Katie), aclamada conferencista y autora estadounidense, que desde hace más de tres décadas se especializa en compartir el método de autoayuda "The Work", estará de visita en la Ciudad de México para impartir una conferencia magistral y un taller el próximo mes de mayo.
Byron Katie, enseña a las personas cómo acabar con su propio sufrimiento, a través del proceso de indagación llamado “The Work”, y transformar su vida para siempre.
“The Work” es un proceso sorprendentemente sencillo, basado en la experiencia directa de Katie sobre cómo el sufrimiento se crea y cómo ponerle fin.
“The Work” es también, un poderoso entrenamiento que ha cambiado la vida de miles de personas alrededor del mundo, porque además es accesible a las personas de todas las edades y antecedentes, y no se necesita más que lápiz, papel, y una mente abierta para realizarlo.
En este proceso, el individuo se da cuenta que sus creencias estresantes sobre la vida, otras personas, o sí mismas-, pueden cambiar radicalmente.
A través de “The Work”, cualquier persona puede encontrar el origen de su infelicidad, y ponerle fin al instante. Con él encuentra alivio a la depresión, el enojo, el estrés, mejora sus relaciones personales, aumenta la claridad mental y trabaja de forma más eficaz.
Byron Katie, no sólo demuestra que todos los problemas en el mundo se originan en creer en un pensamiento estresante, sino que brinda la herramienta para abrir la mente y ser libres.
¿Cómo Surgió “The Work”?
Katie sufrió una depresión severa que comenzó cuando cumplió treinta años.
Por casi diez años estuvo sumida en un estado depresivo con sentimientos de rabia y odio a sí misma, y constantes pensamientos suicidas. Durante los últimos dos años, con frecuencia no podía ni siquiera salir de su habitación.
De repente, una mañana de febrero de 1986, en Katie se despertó una comprensión que transformó su vida. A este tipo de experiencia se le llama de varias maneras; Katie lo llama “despertar a la realidad”.
En ese instante fuera del tiempo, dice ella, “Descubrí que cuando creía mis pensamientos, sufría, pero que cuando no los creía, no sufría, y que esto es cierto para todo ser humano. La libertad es tan sencilla como eso. Me di cuenta de que el sufrimiento es opcional. Encontré un gozo en mi interior que no ha vuelto a desaparecer, ni por un instante. Ese gozo se encuentra en todos, siempre”.
Ella comprendió que lo que le había causado la depresión no era el mundo a su alrededor, sino sus creencias acerca del mundo. En vez de tratar, sin esperanzas, de cambiar el mundo para que se ajustara a sus pensamientos de cómo debía ser, podía cuestionar esos pensamientos y, al enfrentarse a la realidad tal y como es, experimentar una libertad y un gozo inimaginables. Como consecuencia, una mujer que estaba postrada en cama con pensamientos suicidas de pronto se llenó de amor por todo lo que trae la vida.
No es que el proceso de cuestionarse, haya evolucionado desde esa experiencia, sino que – como Katie dice-, despertó con ella, como parte de ella, aquella mañana de febrero de 1986.
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