GINEBRA - Las autoridades suizas suspendieron una investigación de 18 meses sobre la sospecha de espionaje informático durante las conversaciones internacionales sobre el programa nuclear de Irán el año pasado, diciendo que han aparecido actos delictivos, pero no han descubierto quién estaba detrás de ello.
La oficina del fiscal general Michael Lauber dijo que la investigación impulsada por un informe de las autoridades de inteligencia suizas descubrió un malware "desarrollado para fines de espionaje" que recogió datos sobre el número de ordenadores en un hotel de Ginebra. Las conversaciones en cuestión tuvieron lugar en el hotel Presidente Wilson.
Kaspersky, una firma de seguridad cibernética basada en Rusia, anunció en el momento en que había descubierto la acción, que “el malware es tan sofisticado que un gobierno debe haberlo creado”.
La sospecha se tornó hacia Israel en un momento dado, después de que Kaspersky dijo que el código malicioso fue identificado como "Duqu", el que, según The Wall Street Journal, “se cree que es utilizado por los espías israelíes”, también parecía haber sido utilizado para espiar las conversaciones nucleares.
El malware permite al hacker escuchar conversaciones y robar archivos electrónicos, y también podría permitir al hacker operar los micrófonos bidireccionales en los ascensores del hotel, ordenadores y sistemas de alarma.
El Journal citó a "funcionarios y ex funcionarios de Estados Unidos y muchos expertos en seguridad informática alegando que creen que "Duqu" fue diseñado por Israel para llevar a cabo operaciones de recopilación de inteligencia más sensible".
Kaspersky Nunca implicó a Israel por su nombre en su informe sobre las conversaciones de Ginebra. Pero sí concluyó que la amenaza en ese caso procedía de la misma fuente que el virus original Duqu, y dijo que probablemente fue desarrollado por un Estado.
Después de la puesta en marcha de la investigación, Israel negó que sus servicios secretos estaban involucrados. En una entrevista con la Radio del Ejército de Israel, la vicecanciller Tzipi Hotovely insistió en que "no hay base" para informes sobre la participación de Israel.
El viceministro de Defensa israelí, Eli Ben-Dahan también rechazó rotundamente las acusaciones en el momento, llamándolas "sin sentido" en una entrevista con Radio Israel y dijo que Israel tenía otras formas de recogida de información y no necesita recurrir al hackeo.
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