Recordemos que en México hace meses y años se habló mucho del tema y del famoso Software pegaso
Ahora el tema regresa a México y a las noticias mundiales con un escándalo que parece no deja de crecer.
Una investigación periodística ha revelado que al menos 15.000 personas estuvieron en la mira del malware en México, un número mucho mayor del que se pensaba hasta ahora.
Las nuevas revelaciones apelan a la Fiscalía General de la República, FGR, que abrió una investigación sobre su uso hace cuatro años, y sobre la que hacomentado “Es una investigación en desarrollo y por el secreto de la misma no podemos revelar nada”.
Mientras tanto en diversos países se hacen revelaciones y acusaciones sobre este software
tras una investigación realizada por Forbidden Stories, organización francesa sin ánimo de lucro, y Amnistía Internacional que logró identificar a más de mil individuos en 50 países que presuntamente fueron seleccionados por clientes de NSO.
A partir de una lista de más de 50 mil números de teléfonos celulares obtenidos, se dio a conocer que 15 mil correspondía a teléfonos mexicanos. Entre las personas que fueron blanco de NSO e identificadas por los investigadores a principios de 2016 se incluye a Carmen Aristegui
Por lo tanto el CEO de NSO creadora del "Software espía de la empresa respondió a las acusaciones en Entrevista exclusiva de YNET en español a Shalev Hulio, director de NSO. "Esta es una lista de ingeniería que no tiene nada que ver con nosotros", se defendió el empresario. "Entendimos que esto era una broma", agregó.
"Hace aproximadamente un mes recibimos el primer acercamiento de un corredor de información"
Shalev Hulio a Calcalist
"No nos enviaron una lista de los 37 números que supuestamente fueron atacados por Pegasus. Sólo nos enviaron algunos, y de esa lista ninguno es un número conectado a Pegasus"
Esto es lo que se ha comentado y ha dado lugar al escandalo
El escándalo pone a la diplomacia tech de Israel bajo escrutinio
El software es considerado como un arma y su venta requiere de aprobación del Ministerio de Defensa. Algunos países que supuestamente lo adquirieron, entre ellos árabes, recientemente establecieron relaciones con Jerusalén.
Jerusalén - Israel presume de ser un país pionero en innovación tecnológica, pero las acusaciones de espionaje a periodistas y activistas a través del programa Pegasus de la empresa local NSO reflejan el lado oculto de esta diplomacia digital.
El Ministerio de Defensa indicó que “no tiene acceso a las informaciones recopiladas por los clientes de NSO”, pero recordó que se toman medidas “apropiadas” si los clientes de estos programas vulneran las condiciones de uso.
En Israel, hay varios centenares de empresas en el sector de la ciberseguridad y algunas de ellas están especializadas en tecnologías ofensivas, que permiten infiltrarse en otros sistemas.
El entonces director de la Autoridad israelí de la Innovación, Aharon Aharon, declaró en 2019 que “en el uso de tecnologías (de ciberseguridad) hay una parte buena y también puede haber una parte más oscura. Creo que NSO se basa, en cierta medida, en este lado oscuro”.
“Israel es una incubadora de tecnologías represivas”, dijo Jonathan Klinger, un abogado especializado en el derecho informático. “Es un modelo de negocios triste, pero no es ilegal”.
Israel exporta sus avances tecnológicos en el sector de la agrotecnología, pero también en la industria militar, como los drones, los sistemas de misiles o de inteligencia artificial, lo que favorece las relaciones diplomáticas con otros países. Según las revelaciones del domingo, cuatro países árabes utilizaron Pegasus: Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Bahréin y Arabia Saudita. Los tres primeros de ellos normalizaron en 2020 sus vínculos con Israel y entonces también se produjo un cierto deshielo entre Riad y Tel Aviv.
¿El uso del controvertido programa de NSO favoreció este acercamiento diplomático? “La voluntad de EE.UU. de vender sus F-35 a Emiratos y sus presiones (a favor de la normalización) cambiaron la situación, no lo hizo el programa” Pegasus, sostiene Yoel Guzansky, investigador en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS) de Tel Aviv. “Hace 20 o 30 años, las exportaciones de armas permitieron a Israel establecer numerosas relaciones diplomáticas o oficiosas con países de África, Asia o de Oriente Medio y la misma situación se produce actualmente. Pero ahora tiene más cosas que vender, como un abanico de herramientas de ciberseguridad”, añade este experto.
Sin embargo, esto resulta “una navaja de doble filo, ya que Israel también puede ser visto como un país que ayuda a regímenes autoritarios a reprimir las libertades”.
Agencia AFP
Fuente: Diario Judío.
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