Mentiras no es sólo el retrato musical de una época, los años 80, sino que es un homenaje permanente a todas esas figuras que con su talento y sus voces, hicieron vibran a una generación entera.
Y como el movimiento se demuestra andando, este divertitrágico musical recibe ahora a una mujer cuyo talento ha brillado desde hace más de 50 años gracias a su gran voz y enorme temperamento: Imelda Miller, quien ha sido llamada La cantante de los ojos verdes, La voz de metal y La cantante de México.
Nacida en Mérida Yucatán, en el seno de una familia encabezada por un padre pintor y una madre pianista, Imelda dio muestras de su amor por el arte desde muy niña y a los 11 años ya había logrado su primer triunfo en un certamen musical.
Siendo aún una adolescente participa cantando en la estación radiofónica XEMH de Mérida y luego tiene presentaciones en el centro nocturno Los Tulipanes, primero como solista y luego con el grupo femenil Copacabana, que posteriormente es contratado para cantar en la Ciudad de México. Sin embargo, a Imelda, por ser menor de edad, sus padres no le dieron permiso para viajar, pero ayudada por algunas integrantes de la agrupación huye de su casa, y así llega a la ciudad de México para consolidar su carrera.
Nuevamente como solista, Imelda conoce al ventrílocuo Paco Miller, de quien no solamente se enamora, sino que toma el apellido que la ha acompañado desde entonces. Con la perseverancia y tenacidad que le han caracterizado, avanza en su carrera, que tiene un año capital en 1968, cuando representó a México en Brasil, interpretando el tema Puedo morir mañana, de Armando Manzanero, pues aunque no ganó marcó el arranque de una etapa de permanencia constante en programas televisivos como Estrellas Palmolive, Max Factor, TV Musical Ossart, Variedades de Media Noche, Cómicos y Canciones, y Din Don Dan Musical, entre otros muchos.
Es en esa misma época cuando Imelda consolida su presencia en festivales internacionales, 15 en total, entre ellos el de la Canción del Caribe, el de la Canción Ranchera, y por supuesto el recordado OTI. Fue exactamente en 1973, cuando Imelda gana para México el primer lugar en el festival OTI Internacional, celebrado en Belo Horizonte con el tema Qué alegre va María, de Sergio Esquivel.
Su gran voz, su enorme talento y su inquieta personalidad, la llevaron a grabar en diversos géneros, como baladas, boleros y banda. En éste último, tuvo un sonado éxito: La banda dominguera.
Después de un tiempo fuera del medio, Imelda recibe invitaciones para presentarse en programas como Tempranito, Con sello de mujer, Ventaneando, Hola México y Animal Nocturno.
En el año 2000 dando un giro musical en su carrera, Imelda graba una producción muy diferente a lo que antes había realizado con temas dirigidos en contra de los hombres, entre los que destacan Cheque en blanco, Tres veces te engañé, Imbécil, Pecado mortal, Ni vales tanto, entre otros.
En su faceta de actriz, ha trabajado en telenovelas como Lo Imperdonable y Yo no creo en los hombres; en cine, en películas como La casa prohibida, Los buenos vecinos de Yucatán, y Neutrón contra los asesinos del karate.
En teatro ha participado en dos obras, una de ellas el musical El Hombre de la Mancha.
Cuenta con más de 60 producciones discográficas.
Ahora se encuentra celebrando 54 años de carrera artística, en los que ha llevado su arte a importantes escenarios en la Unión Americana, Guatemala, San Salvador, Honduras, Nicaragua, Argentina, y otros países de Centro y Sudamérica, y por supuesto toda la república mexicana.
Hoy, Imelda Miller engalana el escenario del musical Mentiras, que se aproxima a la celebración de sus 2000 representaciones continuas.
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