Un tiempo en el que nuestra angustia domina la tranquilidad y la enfermedad a la salud.
¿Cómo la quieres vivir tú? ¿Con fe o con miedo? ¿Con la esperanza de que todo pasa? ¿O el pesimismo de que nunca va a acabar?
Hoy repítete a ti mismo: “Ni las alegrías ni los tiempos difíciles son eternos. En esta vida, todo pasa.”
Disfruta lo positivo y aprende de lo negativo por que sólo queda en ti y en mi decidir cómo atravesamos el camino.
Solo por hoy, busca una sola razón por la que agradezcas algo de tu día. Deja a un lado todas estas angustias y problemas que te atormentan. Agradece tu vida, tu salud, tus compañías, tu suerte, tus amistades, tu amor y todo aquello que te hace feliz.
A partir de hoy, piensa y vibra en alto para que las noticias buenas empiecen a llegar y las malas encuentren su salida.
Hoy vamos a dejar de quejarnos de todo aquello que no merece nuestra energía y vamos a hacer que eso pequeño e insignificante que tenemos, sea la luz y la fe que nos de esperanza para salir adelante.
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