La palabra SOLIDARIDAD es tan amplia y ambigua, que hasta se ha llegado a utilizar como emblema de campaña y de forma de gobierno en nuestro país.
Para quien se acuerde, en 1988, hasta Televisa hizo su propia canción, que transmitía mañana, tarde, moda y noche.
Pero realmente la solidaridad es mucho más que un símbolo, tal y como se plasma en esta cinta de Max Zunino, quien se aventuró con todo un equipo de verdaderos amigos solidarios, a emprender una aventura sin más respaldo financiero que la creatividad y la voluntad.
Triunfadora ya en diversos festivales nacionales e internacionales, llega al Foro de la Cineteca Nacional, y no hay que dejas de verla en La Catedral del Cine en México, del 11 al 16 de julio, previo a su estreno comercial, a finales de noviembre próximo, bajo el paraguas de Alfhaville Cinema.
Entrevista a Alfonso López, de la Compañía Distribuidora y al Director de Los Bañistas
¿Qué pueden tener en común una muchachita caprichosa e ingeniosa, un joven soñador y confundido, y un viejo recién desempleado y con muchos pendientes en su vida?
¿Qué hay detrás de todas estas personalidades, que pudieran parecer tan disímbolas?
Precisamente LA SOLIDARIDAD.
Reunidos dentro de una trama simple, cotidiana y bien escrita, actuada y dirigida, los tres personajes representan diversas inquietudes, no sólo de nuestra sociedad, sino del mundo contemporáneo, inmerso en loas aislamientos individuales, rodeados de pretextos diversos y senderos comunes.
El pretexto es una estéril marcha de pseudo maestros, y el sendero común es un recorrido por los sueños, fantasías, frustraciones y desvelos que proporciona la vida.
El lugar de reunión es un baño.
El porqué es la trama misma de la película.
Y el cómo es la médula existencial de “LOS BAÑISTAS”
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