La conocida tragedia de Sófocles del personaje que se precipita hacia la fatalidad por querer huir de su destino, se desarrolla en circunstancias actuales, pero con una propuesta escenográfica impactante y bajo el concepto del espectáculo total, donde las acciones de actores y bailarines logran un efecto conmovedor como metáfora de la desesperanza.
Edipo es la historia del hombre que busca a toda costa la verdad sobre sí mismo. Esa búsqueda lo lleva a cometer el máximo tabú, el incesto, para forjar su propia ley y eliminar así la de su padre. Edipo lucha ciegamente buscando su identidad y se saca los ojos cuando ve la verdad de su existencia.
Esta tragedia llega al escenario mexicano de la mano de José Besprosvany, quien capitanea su propia compañía de teatro y danza contemporánea. Cinco actores y cinco bailarines, más un impresionante equipo creativo y escénico, llegan de Bélgica para presentarse el 18 y 19 de octubre en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario. Antes, el 14 y 15, se presentarán en el Teatro Principal de Guanajuato en el marco del Festival Internacional Cervantino.
Olivier Kemeid, destacado dramaturgo quebequense, escribió el texto de Edipo especialmente para la puesta en escena de Besprosvany basado en el original de Sófocles. La obra se presenta con diálogos en francés y subtítulos en español. Como todas las obras del coreógrafo y director mexicano José Besprosvany, el espectáculo explora los puntos de encuentro entre texto, música y movimiento. En esta ocasión, el coreógrafo y director integra dos disciplinas a su puesta en escena: el teatro de sombras y el uso de luz y sombra en el arte contemporáneo.
En esta versión la tragedia de Edipo transcurre en la época actual. Los personajes son los mismos, conservan sus nombres, pero hay un borde contemporáneo intencional en su lenguaje, situación y contexto. Tres de ellos personifican a Edipo, Yocasta y Creonte, buscando o evadiendo la verdad en un triángulo familiar infernal en el que el parentesco se traslapa. El joven es un corifeo contemporáneo y el anciano, Tiresias, Layo, Pólibo, la Esfinge y la nodriza son interpretados por los actores quienes pasan de un rol a otro usando diferentes vestuarios. Todos evolucionan en una atmósfera poderosa enmarcada por paneles de acero y pantallas.
Cinco bailarines a la vez son un coro contemporáneo y dan vida a este pasado oscuro que emerge gradualmente. Veremos un ingenioso recurso teatral. Juntos dan pie a un juego de imágenes y sombras que refuerzan la narración del pasado aterrador expresado por los actores. La música, que fue creada especialmente para la puesta en escena subrayará y prolongará el drama de la obra y la coreografía.
Edipo es una coproducción del Théâtre Royal du Parc de Bruselas, Bélgica, y el Théâtre d’Ivry Antoine Vitez de París. Besprosvany nos ofrece un espectáculo épico, con un rango amplio de personajes y cambios de lugar y tiempo. La crítica europea ha dicho que se trata de un espectáculo poético y contemporáneo. Además de “la mezcla de todas las artes (la palabra, la música, el video y el movimiento coreográfico) en un retrato de la imagen y el sonido que es a la vez refinado y conmovedor”.
Nacido en México en 1959, José Besprosvany es coreógrafo y director de teatro. Hace más de treinta años se mudó a Bélgica y desde la década de los ochenta ha sido uno de los reformadores de la danza contemporánea belga francófona, especialmente a través de su trabajo con las Compañía Mossoux-Bonté, Pierre Droulers, Michèle Noiret y Michèle Anne de Mey.
En la enseñanza del músico y maestro Fernand Schirren, Besprosvany descubrió que la respiración y el latido del corazón son la semilla, el fundamento de la palabra y el gesto y cómo, al juntarlas, se produce el ritmo, la cadencia, el movimiento interior del ser humano. Por ello la carrera de Besprosvany ha sido la búsqueda de formas de expresión que sólo alcanzan su destino cuando se trasforman en la indagación de una nueva forma de explorar la conjunción del teatro, la música y la danza.
En 1986 fundó su propia compañía, que se convirtió en vehículo de su constante búsqueda para encontrar distintas formas de expresión y se ha traducido en un repertorio contundente y variado. Ha explorado desde la relación entre las lenguas modernas y clásicas, la narrativa y la danza, la danza y la música flamenca, las artes escénicas no occidentales con un enfoque en la relación entre el norte y el sur hasta la incorporación de títeres. Además, José Besprosvany está interesado en dirigir tanto teatro como cine.
Entre sus numerosos premios y distinciones se encuentran: Il Coreografo Elettronico (Italia) y el Bert Leysen Prijs (Bélgica), así como la mención especial del jurado en Danscreen (Alemania) por la video danza Andrès (1993), el premio al mejor espectáculo del año en la comunidad francófona (Bélgica) por La princesse de Babylone (2004) y el galardón y premio del público para las nuevas formas de arte en el Rainbow Festival (Rusia) por A propos de Butterfly (2007). Edipo fue nominado para el premio a la mejor puesta en escena en la comunidad francófona (Bélgica) para la temporada 2012-2013.
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