* Fórmula Rock, Radio Uno y Radio AI, entre las Afectadas
* Eran Opciones, que no Estaban Bajo el Dominio de las Grandes Discográficas, y de la Industria Musical
Inexplicablemente, se concretó el cierre definitivo de todas las emisoras de corte musical pertenecientes a Grupo Fórmula, uno de los grupos radiofónicos más importantes del país.
Hasta el momento, no se ha hecho ningún pronunciamiento al respecto, y las verdaderas causas aún permanecen en el silencio.
Todavía para los periodistas especializados en materia de medios esto fue sorpresivo, sobre todo por el protagonismo en la vida pública de sus audiencias que comenzaban a cobrar sus diversos formatos en cada uno de sus géneros, particularmente el caso de Fórmula Rock y Radio Uno, en el género juvenil y grupero respectivamente.
Incluso para sus colaboradores y empleados, la noticia al parecer les cayó de súbito, toda vez que de forma individual en sus respectivas e influyentes redes sociales hicieron saber que preparaban con normalidad sus programas, cuando fueron avisados de la decisión irrevocable por parte de la empresa, en el sentido de que los micrófonos debían cerrarse.
Desde que el proyecto de Estaciones Musicales surgió, siempre se intentó construir en sus múltiples plataformas un medio libre, dónde la principal voz fuese la del público y en franco apoyo al talento en desarrollo, a todas las iniciativas culturales, artísticas, se le dio voz a la lucha social abriéndoles micrófonos a la diversidad que existe en el país, tocando temas importantes, en fin, haciendo lo que todo medio libre debe hacer.
Y de nuevo hoy surgen las pregunta ¿Cómo hacer circular la información de manera libre y horizontal, si los grandes consorcios y el poder siguen teniendo la voz, incluso a la fuerza?
El silencio de Grupo Fórmula para cerrar los micrófonos es revelador, sobre todo porque no hay razones técnicas ni económicas para ello, si se toma en consideración la gran fuerza e identificación del público que ya tenía por los reconocidos colaboradores que vertían su potencial en ésos micrófonos.
Tras la noticia, muchos de sus radioescuchas protestaron, sobre todo porque se referían a éstas emisoras como el único valor agregado que podían percibir de parte de Radio Fórmula, empeñados en continuar con su formato de radio hablada que además es replicada en sus plataformas de AM y FM con los mismos programas sin darle opciones musicales a sus audiencias.
Muchos aspectos de la cultura y muchas tendencias tenían en las diversas emisoras de Estaciones Musicales su único eco con cierto alcance.
La música independiente no quiere que los micrófonos cierren. Las contracorrientes tampoco; la vanguardia musical, las artes plásticas, la tecnología, los músicos que terminan su primer trabajo, los performers, los pequeños festivales, también los festivales grandes, las músicas del mundo, la poesía, el regional mexicano, el jazz, la trova, la música romántica ajena a los clichés comerciales, los artistas pop en ciernes, el silencio, incluso los órganos oficialistas afines confían en el poder que ejercían las estaciones musicales de Grupo Fórmula por la credibilidad que había echado raíz en su audiencia.
Desde luego, no sólo desaparecen unas emisoras más, sino que desaparecen las únicas emisoras independientes y libres de un consorcio radiofónico multinacional que con ésa opción bien podía tener cubierto un amplio espectro de audiencia, la única que no está bajo el dominio de las grandes discográficas y de la industria musical, que gracias a sus grandes colaboradores ha podido marcar pauta informativa al margen de toda ése círculo comercial, la única que realmente pone la música que sus oyentes quieren oír y no la que impone el mainstream y los intereses comerciales.
En sus trece formatos, a diferencia de otras grandes emisoras musicales bien populares, no se escuchaban los mismos temas todos los días, varias veces al día. Había variedad de verdad, novedades de verdad, y no nuevas canciones de sonidos de siempre; clásicos de verdad, y no viejas canciones que fueron populares en su momento. Había libertad y no imposiciones de empresas que trafican con la música.
Se ha muerto hoy una opción a la cultura, al rock, a la cumbia, al regional, al jazz y a todo el espectro musical en México, que hoy se ha quedado sin un medio más.
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