Expulsado el judoca egipcio que le negó el saludo a un israelí
El Shehaby no aceptó el saludo de Or Sasson al finalizar el combate que perdió el pasado viernes en los Juegos
Cuando el judoca Islam El Shehaby de Egipto sacudió apenas la cabeza y esquivó la mano extendida a modo de saludo de su contrincante israelí Or Sasson, la política y los rencores de la región se mezclaron con el deporte en los tatamis de los Juegos Olímpicos de Río.
El Comité Olímpico Egipcio organizó una investigación disciplinaria a instancias del Comité Internacional y, finalmente, el judoca ha sido obligado a abandonar Río y regresar a casa por su «falta de adhesión a las reglas del juego limpio y en contra del espíritu de amistad de los valores olímpicos», según ha señalado el COI en un comunicado.
El Comité Olímpico Egipcio ya había condenado la actitud de El Shehaby (32 años y bronce en el Mundial de Judo de 2010 en la categoría de más de 100 kilos), que el COI había catalogado de «absolutamente inaceptable». «(El COE) había instado a El Shehaby a atenerse a los principios y estándares de comportamiento durante su enfrentamiento contra el judoca israelí», añadía un comunicado anterior del Comité Olímpico Egipcio.
«Además de una severa reprimenda, el comité disciplinario ha solicitado a Egipto que —en el futuro— se asegure que sus atletas reciben educación y asimilen los valores olímpicos antes de llegar a los Juegos», añadió el COI, una apreciación quizá polémica sobre la que todavía no se ha pronunciado el Comité Olímpico Egipcio.
Tanto El Shehaby como otros miembros del equipo olímpico árabe han abandonado ya Río al haber concluido sus torneos o haber sido eliminados —como El Shehaby— antes de llegar a la final. En declaraciones al periódico estatal Al Ahram, el director ejecutivo de la Federación Egipcia de Judo, Wahid Farid, ha negado que la salida de Río se debiera a una hipotética sanciónsobre el jugador.
«Todos los judocas, así como otros miembros de la delegación egipcia, regresaron el domingo en sus vuelos ya así organizados», señaló, para añadir que «de momento no se le ha notificado ningún castigo ni sanciones contra él del Comité Olímpico Internacional. Ni el Comité Olímpico Egipcio ni la Federación de Judo egipcia tienen intención de sancionarlo, según tengo entendido».
El rechazo de El Shehaby a estrechar manos —«eso se hace con los amigos, y él (Or Sasson) no es mi amigo», ha llegado a decir, según recogió la revista L'Esprit du Judo— ha traído sobre el tapete los viejos y nuevos rencores araboisraelíes. Egipto fue la primera gran nación árabe en firmar un acuerdo de paz con Israel, debilitada tras las sucesivas guerras del siglo pasado. El exgeneral y ahora presidente egipcio Abdelfatah Al Sisi ha ido recuperando unas relaciones con Israel algo congeladas durante los años del islamista Mohamed Morsi: Israel reabrió su embajada en El Cairo hace unos meses y se están estableciendo nuevos contactos diplomáticos entre ambos gobiernos. Sin embargo, muchos egipcios reniegan de esa actitud y abogan por un mayor apoyo a la causa palestina.
Si bien algunos egipcios criticaron en Twitter la actitud de su compatriota —en contraste con la sonrisa en la fotografía de las dos atletas coreanas, del norte y del sur—, otros admiraron su gesto como una rebelión contra «el sionismo y el terrorismo israelí contra los palestinos». Otros llegaron a pedir directamente que El Shahaby no luchara contra el oponente israelí.
Desde el Gobierno egipcio han negado esas supuestas presiones: «Hemos aceptado participar bajo la bandera olímpica, y debemos competir con cualquiera, más allá de otras cuestiones», señaló el ministro egipcio de Juventud y Deportes, Jaled Abdulaziz, citado por medios locales.
No es la primera vez que sucede. Ya en 2012 el judoca egipcio Ramadán Darwish se negó a estrechar la mano de Arik Zeevi en el Campeonato Mundial de Judo en Alemania.
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