- Por este volumen obtuvo el Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada 2014
- Convocado por el Conaculta, el INBA y la Universidad de Colima
Por su libro titulado Manda fuego, editado por el Fondo Editorial Estado de México, el escritor Alberto Chimal obtuvo el Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada 2014, convocado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la Universidad de Colima.
El volumen es una antología personal que recoge parte de su obra narrativa, cosechada a lo largo de casi dos décadas. Es una selección de relatos cuya primera edición es prologada por Édgar Omar Avilés y está acompañada por un disco compacto que contiene seis grabaciones de cuentos en la voz del propio autor.
El jurado del certamen, formado por Rodolfo Mendoza Rosendo, Juan José Rodríguez y Bernardo Ruiz, decidió otorgar el galardón a Chimal de manera unánime. “Los textos que componen el volumen muestran una agilidad emotiva ejemplar, una amplia percepción de mundos fantásticos y una visión propia acerca de la realidad. Como antología personal se expone una evolución y una reflexión madura y vital, contrastante para nuestra época, con un estilo que sorprende al lector tanto por su claridad como por la diversidad temática”, puede leerse en el acta.
Para el autor, Manda fuego es “una cosa rara”, parte de una colección a la que fue invitado por el Fondo Editorial Estado de México. “Es una muestra de 18 años de trabajo y está compuesta casi en su totalidad por cuentos de imaginación fantástica. El resto es una pequeña serie de historias realistas, del mundo sórdido y triste que se entrevé en algo de mi trabajo reciente, y un relato autobiográfico: El señor Perdurabo, la historia de un hombre enfermo, un joven con esperanzas y un niño con sueños extraños, que son, más o menos, la misma persona”.
Originario de Toluca, Estado de México (1970), Alberto Chimal se inició en las letras en 1987, cuando obtuvo una beca del Centro Toluqueño de Escritores. Luego estudió la carrera de ingeniería y se graduó con honores académicos. No obstante, en 1995 volvió a la literatura, al ingresar a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y a la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem).
Para darle forma a Manda fuego, luego de varios años de éxitos literarios, “ponerme a pensar en ‘lo mejor’ que hubiera escrito fue una tarea que me llevó a ver que existen ciertos temas e ideas que me han interesado siempre, y también otros que han cambiado con el tiempo, con el poco o mucho progreso en lo que escribo”, dice el autor de Gente del mundo.
“Lo que permanece en todo ello es un amor por la imaginación como manera de figurarse el mundo, de entenderlo de otra manera, y el enfrentamiento de esta con el poder, que siempre defiende sus propios modos de pensar y de existir, y con ellos pretende justificarse. También, un gusto por el juego, por el humor y el misterio, por lo que está más allá de todo lo que estamos dispuestos a comprender desde las certidumbres de nuestras vidas.
“Que este libro, una declaración de aquello en lo que sigo creyendo, haya ganado este premio, me deja muy sorprendido y feliz. Que estas emociones se reflejen también en las personas que han leído el libro es una segunda felicidad, más serena y prolongada.
“Uno siempre espera que sus historias sean escuchadas, como las de los antepasados que hablaban en las cavernas e inventaban el mundo y no tienen nombres que recordemos, pero cuyos cuentos sobreviven, enmascarados y ocultos entre los de hoy. Es apropiado porque es otra parte de la biografía imaginaria, a lo mejor la única que tenemos”.
Alberto Chimal es, además, profesor, periodista, tallerista y director de la revista Clarimonda. Ha ganado los premios literarios Estado de México (2012), Sizigias de Literatura Alternativa (2005 y 2001), Bellas Artes de Cuento San Luis Potosí (2002), Kalpa de Cuento (1999) y Benemérito de América de Cuento (1998). En 2013 fue finalista del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos por La torre y el jardín.
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