Israel anuncia una investigación estatal sobre el extenso escándalo de Pegasus
El uso del programa Pegasus sacude de nuevo a Israel. Y es que se reveló que una amplia esfera de ciudadanos, desde activistas, periodistas, hasta miembros del entorno político y familiar del ex primer ministro Benjamin Netanyahu, así como testigos y acusados en su juicio por corrupción, fueron espiados con el polémico software por la Policía israelí.
Pegasus, una herramienta para vulnerar la seguridad de los teléfonos móviles desarrollada por la firma israelí NSO Group, se utilizó para obtener información de inteligencia incluso antes de que se abriera una investigación contra los objetivos, y sin órdenes judiciales en Israel afirmó el diario Calcalist en un reporte sin fuentes
La revelación de la lista de afectados, publicada por el diario económico Calcalist, sugiere que la Policía articuló una vasta red de vigilancia donde «nadie era inmune». Pegasus fue «la herramienta más útil para recopilar inteligencia» por parte de una unidad especial policial llamada ciber-Sigint». «Penetró los teléfonos de ciudadanos en secreto, en contra de la ley y asumiendo que los jueces no aprobarían tal actividad», denunció el diario.
Israel anunció el lunes la creación de una comisión estatal de investigación después de que un periódico informó del uso ilícito por parte de la policía de un potente programa de espionaje contra personas de confianza del exprimer ministro Benjamin Netanyahu y otras figuras públicas
En este marco, Pegasus se usó para espiar al círculo más íntimo de Netanyahu. Incluido su hijo Avner y dos asesores. Y contra testigos y acusados en uno de los tres archivos por el que se juzga al exjefe de Gobierno, destaca DW.
Esto pone en cuestión el juicio por corrupción contra el exjefe de Gobierno y el resto de acusados, ya que la investigación que derivó en su acusación se habría podido basar en informaciones recabadas de forma irregular. Ante ello, la defensa pidió que se pare el proceso judicial hasta esclarecer los hechos.
Netanyahu es acusado de haber hecho favores entre 2012 y 2017 al gigante de telefonía israelí Bezeq, a cambio de cobertura favorable a él y su mujer en el popular digital de noticias Walla. Ambos controlados por el mismo empresario, Shaul Elovitch, también acusado junto a su mujer, Iris.
Espionaje
De hecho, la Policía habría instalado el spyware en los teléfonos de Iris Elovitch y de dos directores ejecutivos de Bezeq. Del exdirector de Walla, Ilan Yeshua (testigo del caso 4.000) y otros periodistas de ese medio. Además de Shlomo Filber y Avi Verguer, ambos exdirectores del Ministerio de Comunicación, viejos colaboradores de Netanyahu y otros testigos del caso 4.000.
Se utilizó asimismo para espiar a alcaldes de localidades como Holón, Mevaseret Zion, Netanya o Kiryat Ata, y a otros altos funcionarios de los ministerios de Transporte, Finanzas y Justicia. Según Calcalist, «la infección masiva con Pegasus afectó a todo el mundo”, incluidos hasta «militantes para derechos de minusválidos y de etíopes».
Además, se usó para espiar a activistas que en los últimos años del mandato de Netanyahu organizaron manifestaciones periódicas para pedir su dimisión. Ello, al estar imputado en varios casos de corrupción, pero también a grupos judíos etíopes que protestaban por abusos policiales.
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