Elige cuidadosamente los colores de tu marca.
Imagina que estás pintando un cuadro que va a representar tu negocio. Los colores que elijas son las primeras cosas que la gente va a notar. Piénsalo, el amarillo puede hacer que alguien se sienta alegre y optimista, mientras que el verde puede dar una sensación de calma y frescura. Escoger los colores para tu marca es como elegir los sabores de un pastel; quieres que todo el mundo disfrute el primer bocado. Recuerda, a veces menos es más; no necesitas un arcoíris completo para mostrar quién eres.
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