Estaba un día Diógenes, plantado en la esqiuna de una calle
y riendo como loco.
-¿De qué te ríes?, preguntó un transeúnte
-Ves esa piedra que hay en medio de la calle?, desde que
llegue aquí esta mañana, diez personas han tropezado y han maldecido,
pero ninguna de ellas se han tomado la molestia de retirarla
para que otros no tropiecen.
Anthony de Mello
Fragmento sacado de el Libro de Oro por Benjamín Sutton.
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