Para Guillermo del Toro, con esta cinta,
Alfred Hitchcock se convirtió en
el gran poeta de lo enfermizo,
llegando muy adentro del caos y la locura
En poco más de 120 minutos, Alfred Hitchcock dimensionó esa náusea del vértigo como una atracción hacia la muerte a la vez mórbida y profundamente filosófica, aun religiosa.
"Es el anhelo y el terror simultáneos de la muerte, un anhelo de paz, de disolución en la nada", como escribió el biógrafo de Hollywood, Donald Spoto.
El llamado ‘maestro del suspenso’ inició en los años veinte su carrera cinematográfica en Reino Unido, y ahí realizó filmes durante 15 años. Sin embargo, su trabajo en Estados Unidos a partir de 1940 fue la etapa en la que desarrolló sus grandes aportaciones. De entre los muertos (Vertigo, 1958) corresponde a ese periodo y forma parte de la 60 Muestra Internacional de Cine como un complemento enriquecedor del documental Hitchcock/Truffaut (Kent Jones, 2015) que también se incluye en esta programación.
Scottie (James Stewart), un detective retirado que sufre de vértigo, es contratado por un antiguo conocido para vigilar a su mujer, Madeleine (Kim Novak), quien dice haber sido poseída por una misteriosa antepasada. Desde la distancia en sus silenciosas persecuciones por las calles de San Francisco primero, y en la intimidad de sus paseos juntos después, Scottie se irá acercando gradualmente a esta extraña con cuya historia terminará por obsesionarse.
Diversas situaciones impedían que la novela De entre los muertos de Pierre Boileau y Thomas Narcejac, se convirtiera en el guión cinematográfico que Hitchcock deseaba filmar, hasta que Samuel Taylor (a quien Hitchcock le prohibió leer la novela original) funcionó adecuadamente con las ideas que el director tenía en mente.
Respecto a los actores, Vera Miles (Lila Crane en Psicosis) interpretaría a Madeleine, pero dimitió debido a su embarazo. Finalmente, Kim Novak dio vida al personaje femenino aunque no era totalmente del agrado del director, pero garantizaba la taquilla. Novak no era la rubia que acostumbraba Hitchcock, quien se caracterizaba por cuidar al extremo cada detalle, especialmente en las estrellas femeninas y Novak se resistía al cambio físico, como teñirse el cabello. Esto trajo algunos problemas en el rodaje, pero se resolvieron pronto.
Posteriormente todo estuvo listo en San Francisco, California y en los estudios Paramout para realizar la delirante y turbadora película, elegida en 2012 como la mejor de todos los tiempos por la revista Sight & Sound, dejando en segunda posición a El ciudadano Kane (Orson Welles, 1941), la cual había estado por 50 años en primera posición.
En su libro Alfred Hitchcock, Guillermo del Toro afirmó que con De entre los muertos, el cineasta británico se convirtió en el gran poeta de lo enfermizo. Además, destaca cómo con esta cinta mostraba claramente los elementos más representativos de sus grandes obras futuras (Psicosis, Los pájaros, Frenesí), "un acercamiento mucho más sórdido, pesimista y sobre todo, más 'desde adentro' al caos y la locura."
En 1994 Chris Marker escribió en Positif que el vértigo que la película maneja es una clara, comprensible y espectacular metáfora de otro tipo de vértigo, mucho más difícil de representar: el vértigo del tiempo. "El crimen 'perfecto' de Elster casi consigue lo imposible: reinventar un tiempo en el que los hombres y las mujeres y San Francisco eran diferentes de lo que son ahora."
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