No enumeres jamás en tu imaginación
lo que te hace falta.
Cuenta, por el contrario, todo lo que posees,
detallando, si es preciso, hasta la nimiedad
y veras que, en suma, la vida ha sido espléndida contigo.
Las cosas bellas se adueñan tan suavemente de nosotros,
y nosofro0s con tal blandura entramos en su paraíso,
que casi no advertimos su presencia.
De allí que nunca les hagamos
la justicia que se merecen.
La mejor espina, en cambio,
Como araña, nos sacude la atención
con un dolor y nos deja
la firma de este dolor en la cicatriz.
De allí que seamos tan parciales
al contar las espinas.
Recopilado por Benjamín Sutton
EL LIBRO DE ORO.
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