“Conspiración y Poder”

Un Episodio Real de la Lucha Entre el Poder Político y la Verdad

Desde aquella película sobre Watergate, “Todos los Hombre del Presidente”, cuando los ahora “respetables” actores Dustin Hoffman y Robert Redford eran casi unos “pollos”, se comenzó a poner de moda que el Cine norteamericano tomara tintes de denuncia social y política.

Al correr de los años, llega al Podium de Vencedores en los Premios de la Academia, la extraordinaria película “En Primera Plana”, que narra los eventos que delató en su momento el Boston Globe, acerca de los terribles actos de acoso sexual a menores por parte de curas apadrinados por el Cardenal Law, quien fue cobijado por el ahora Santo Juan Pablo Segundo, para sacarlo de los reflectores que lo señalaban como responsable directo y “apapachador” de casi 300 denuncias de pederastia.

Pero bueno, esa es lechuga de otra ensalada, y llegamos a este 2016, con otra excelente película: “Conspiración y Poder”

Era el año 2004, y el mundo estaba atento a la posible reelección de George Bush hijo.

Después de haber casi perdido la elección cuatro años antes frente a Al Gore, y por un margen menor a 600 votos, seguía en franco entredicho la credibilidad y honestidad del Sistema Electoral Norteamericano.

En esta ocasión (2004), las circunstancia parecían muy diferentes, puesto que el liderato del Primer Mandatario en las preferencias frente a John F. Kerry parecía absoluto e irreversible.

Sin embargo…

Había detonado una bomba de Prensa, donde se plasmaban datos, circunstancias y testimonios, que probaban irrefutablemente como años antes, el entonces cadete George W. Bush evitó (mediante grandes influencias), servir a su país en la Guerra de Vietnam.

En esta película, regresa Redford, quien nuevamente integra junto a Cate Blanchett la parte acusadora del Presidente.

A diferencia de la manera contundente como el pueblo norteamericano acató la “trampa de Nixon”, en esta ocasión se desata todo un entramado que pone nuevamente en entredicho ese sistema electoral ya tan deteriorado, a través de la “CONSPIRACIÓN Y PODER”