El Huracán Odile pegó en costas mexicanas el pasado 14 de septiembre causando devastadoras perdidas económicas, de infraestructura, viviendas, carreteras, hospitales, entre otros. A la fecha se sabe de más de 3000 damnificados, y 160 albergues del gobierno operando. Siguen sin servicio de electricidad ni de agua, lo cual empeora mucho la situación. CADENA juntó un equipo de 16 personas para apoyar en el desastre 72 horas después de ocurrido. Benjamín Laniado, Presidente de CADENA cuenta su experiencia.
“Arribamos, al puente aéreo con la ayuda de Volaris un equipo de 16 personas de rescatistas, médicos y voluntarios.
Salimos de vanguardia apenas tuvimos la oportunidad, 72 horas después del paso del huracán Odile con 18 toneladas de comida, 500 filtros de agua, 500 lámparas solares, medicamentos, 1400 cobertores, y más de 1000 prendas de ropa y zapatos .
Nuestra primera labor fue ayudar a la Gendarmería a asistir a los miles de gentes que estaban en el aeropuerto tratando de salir: turistas de varias nacionalidades y gente local. El puente aéreo estaba en su pleno, decenas de miles de personas fueron evacuadas en muy poco tiempo, líneas aéreas privadas mexicanas y extranjeras mandaron sus aviones llenos de carga de ayuda humanitaria y salían con gente a diferentes destinos.
Los 5 médicos de CADENA montaron una clínica ambulante y dieron consultas, mientras el resto entregábamos comida y ayudábamos a organizar las salidas de la gente a los diferentes destinos, dando prioridad a los niños, mujeres embarazadas, y enfermos, así sucedieron las primeras 24 hrs, sin parar. Asistimos a más de 3000 personas que se quedaron a pernoctar en el aeropuerto con la ilusión de salir al otro día.
Mucha gente deshidratada, niños con salpullidos, jaquecas, algunos casos críticos que pudimos detectar dentro de las largas filas y resolver a tiempo, gracias a Dios.
También instalamos los primeros filtros de agua para que todos en el puente aéreo puedan tomar agua potable sin necesidad de tomar el agua embotellada que venía llegando para los damnificados.
Así toda la tropa del plan DN-III, Policía y la gente en general se van pueden abastecer de agua potable de manera permanente, mientras dure la contingencia.
La carga de ayuda que llevamos la pusimos a disposición del puesto de Comando de Protección Civil y la Secretaria de Gobernación y así en conjunto salimos a diferentes puntos en las comunidades y la ciudad de Los Cabos, que en realidad está totalmente devastada.
Escoltados por los militares de la Defensa y Marina, repartimos comida e instalamos filtros de agua en albergues, centros de salud, hospitales y comunidades. Capacitamos a las comunidades como utilizar el filtro y darles el mantenimiento.
Con estos filtros la gente ya no tendrá que esperar la ayuda de agua embotellada, sino solamente tendrá que encontrar una fuente de agua aunque sea sucia y hacerla potable con facilidad gracias a los filtros.
También asistimos a la Comunidad Judía de Los Cabos, llevando víveres y asegurando que todos estén bien.
“Dormimos al intemperie, sudamos, cargamos, entregamos mano a mano y regresamos.
La situación en Baja California es crítica, hace mucho calor, no hay casi agua, y la destrucción es mucha, necesitamos juntar más ayuda, más comida, más agua, más filtros y regresar a seguir ayudando lo más pronto posible.
El gobierno trabajando sin parar, estuvimos presentes en la conferencia de prensa del Presidente, en el aeropuerto de Cabos, donde se dictaron las medidas a seguir…
Estuvimos hombro a hombro con el Gobierno trabajando. Mis respetos a todos...
Llamamos a la sociedad civil a unirse y apoyar... ahora es cuando"
Isabella
Agradecidos con ustedes, una labor muy hermosa.. Personas que sin conocernos vienen a ayudar, necesitamos más como ustedes.. Los Bajacalifornianos estamos muy contentos por la ayuda.. es un desastre extremo, nunca antes visto y así con su ayuda nos sentimos un poquito menos tristes 🙂
Dios los Bendice y nosotros les agradecemos.. Mil y Millones de Gracias!!!