Los Magníficos de la Tecnología: Arquitectos del Futuro de la Sociedad

Impacto de las grandes tecnológicas: Los Magníficos de la Tecnología: Arquitectos del Futuro de la Sociedad

Por: Ingrid Motta

Nuestra dependencia hacia las grandes tecnológicas llegó fuera de este mundo.
Ahora se comprueba gracias a los astronautas Barry Wilmore y Sunita Williams, varados en la Estación Espacial Internacional (EEI) debido a fallas en la nave Boeing Starliner. ¿Y quién creen que podrá ayudarlos? Elon Musk, demostrando la enorme dependencia de las agencias gubernamentales, en este caso de SpaceX, para llevar a cabo la misión crítica de regresar a los astronautas a la Tierra sanos y salvos.

Como este caso, existen muchos en los que SpaceX, Tesla, Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft y Nvidia asumen roles que tradicionalmente correspondían al sector público, imponiendo sus propias reglas en infraestructura crítica de forma autónoma, como la instalación de servicio satelital en zonas de conflicto político y social. Estas acciones sobrepasan la seguridad nacional e
internacional, sin que ningún gobierno pueda detenerlas.

Los casos van más allá, con Elon Musk quien, además de poseer la red social X, desde donde expande su poder político y su control de la información, disfrazándolo como un canal democratizador e incluyente, cuenta con las empresas tecnológicas más influyentes: SpaceX lidera el mercado de lanzamientos espaciales, superando incluso a la propia NASA; Starlink ya ofrece una cobertura y velocidad que supera las infraestructuras gubernamentales y  privadas de muchos países, logrando la conectividad que antes parecía imposible en áreas rurales. Por su parte, Tesla lidera en infraestructura de estaciones de carga eléctrica y en el desarrollo de baterías de larga duración, que reducen la dependencia de combustibles fósiles, y por mucho los programas gubernamentales a nivel global. Por esto y todo lo que viene, era de esperarse que el imparable Musk se convirtiera en la mano derecha del presidente Trump para organizar el gobierno de Estados Unidos.

El ecosistema de Amazon tiene una infraestructura de logística y entrega que desde hace tiempo supera cualquier servicio postal gubernamental. Su sistema de almacenamiento y reparto automatizado, que incluye drones, ha cambiado por completo la dinámica de las entregas, incluso en sectores críticos como la industria farmacéutica. Para consolidar esta posición, Amazon adquirió en 2018 la empresa PillPack por mil millones de dólares, obteniendo una cadena de suministro farmacéutico en línea con licencia para operar en los 50 estados de la
unión americana. En 2020, lanzó Amazon Pharmacy, ofreciendo descuentos de hasta el 80% en medicamentos genéricos y del 40% en medicamentos de patente para sus leales socios de Amazon Prime. Por si fuera poco, Amazon también cuenta con el servicio Amazon Care, diseñado para la atención médica virtual de sus empleados en Seattle, con planes futuros de expandirlo a nivel nacional e internacional.

Por su parte, Alphabet (Google) supera ya los laboratorios estatales de inteligencia artificial y ha implementado el Proyecto Sunroof, enfocado en energía renovable a escala masiva, para acelerar la transición energética en poblaciones donde el gobierno no ha logrado actuar de manera efectiva. Y Apple, en su ecosistema, integra el sistema App Tracking Transparency, con políticas de
protección de datos rigurosas, y desarrolla capacidades tecnológicas más avanzadas que muchos proyectos financiados por el gobierno.

¿Y Meta? Su influencia en plataformas sociales como Facebook, Instagram y WhatsApp tiene un alcance global y más poder social que muchos gobiernos. Su capacidad para influir en decisiones políticas quedó evidenciada en el caso de Cambridge Analytica, que, aunque parece haber quedado en el pasado, hoy retoma relevancia. Esto ocurre justo cuando Zuckerberg anunció su intención de
alinearse con la supuesta libertad informativa de la plataforma X, eliminando la modulación de contenidos en sus redes sociales y dejando la responsabilidad a los usuarios. Esta decisión podría aumentar la promoción de la violencia y la desinformación, deteriorando aún más la imagen pública de Meta y su relación conlos gobiernos y reguladores a nivel global.

Por último, pero no menos importante queda la poderosa Nvidia dominando los avances con chips súper avanzados y supercomputadoras que superan por mucho las capacidades gubernamentales. Estos progresos son fundamentales para la investigación y el desarrollo de la inteligencia artificial y otras ciencias.

Mientras tanto, Microsoft, con Azure, ofrece servicios de nube mucho más seguros y eficientes que los gubernamentales, lo que se confirmó al obtener el contrato JEDI Cloud para colaborar con el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Los Magníficos de la Tecnología han logrado transformar al mundo como ningún gobierno lo hubiese logrado, sin embargo, son una amenaza a los modelos tradicionales de gobernanza e inclusive de soberanía, por lo que es necesario cuestionar ¿cómo se puede regular la influencia que estos líderes generan en diferentes aspectos de la vida humana, sin mermar sus habilidades de innovación
y progreso? Con Elon Musk a la cabeza del gobierno de los Estados Unidos como coordinador, será históricamente puntual para que los líderes tecnológicos integren su visión de futuro en la creación de políticas públicas colaborativas y equitativas, que permitan acelerar las capacidades de los pueblos para reducir las brechas digitales y ser parte de una sola y más inclusiva sociedad.
Así sea.

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