Según José Luis Martínez estas reglas escritas en Latín figuraban en los catálogos primitivos de la Biblioteca Turriana, fundada en México durante el último cuarto del siglo XVIII.
Usa, no abuses de él.
Te es lícito leerlo y hacer los extractos que quieras.
Una vez leído no lo retenga indefinidamente.
Devuélvelo como lo recibiste, sin maltratarlo ni menoscabo alguno.
Quien obrare así, aunque sea desconocido, estará en el álbum de los amigos,
quien obrare de otra manera será borrado.
Fragmento sacado del libro de oro por Benjamín Sutton.
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