“El interés del artista es la discrepancia entre el hecho físico y el efecto psíquico”.
−Josef Albers, pintor alemán abstracto.
La forma en cómo percibimos la realidad que nos rodea a través de los sentidos, es decir la percepción, ha sido uno de los temas más abordados y analizados desde múltiples disciplinas como el arte, la filosofía, la psicología, la medicina, la biología y la física. Y es que cuántas veces no nos hemos encontrado cosas aparentes donde nuestro cerebro juega con nosotros. La percepción visual es una de las percepciones más investigadas debido a que lo que vemos nos engaña, nos hace ver ilusiones, pero ¿por qué suceden estos engaños?, ¿por qué el cerebro no interpreta la realidad tal como es?, ¿qué hizo al cerebro crear mecanismos de ilusión?
Con los avances de la tecnología, ahora sabemos que todas las percepciones son una gama compleja de procesos cognitivos que se llevan a cabo en todo el sistema nervioso hacia el cuerpo. Es tan complejo que tuvieron que nacer las neurociencias (la neurobiología, la psicobiología, la psicología cognitiva, etc.) para explicar las ambigüedades de lo que percibimos frente a lo real. Dos grandes neurocientíficos enfocados en la percepción de lo visual son Susana Martínez-Conde y Stephen Macknik, que estuvieron en La Ciudad de las Ideas 2015.
Susana y Stephen son profesores de oftalmología, neurología y, fisiología y farmacología en la Universidad Estatal de Nueva York. También son autores del exitoso libro “Engaños de la mente: cómo los trucos de magia desvelan el funcionamiento del cerebro” y escriben la columna “Ilusiones” de Scientific American Mind y el blog “Cazadores de ilusión” para la red de blogs de Scientific American. Si han visto el programa “Juegos Mentales” de Discovery Channel, seguramente los han visto ahí.
En su conferencia, ambos explicaron cómo trabaja el cerebro en la cotidianidad y ejemplificaron de diez diferentes maneras, provenientes de su concurso de ilusiones, que no experimentamos el mundo directamente. Todo lo que percibimos está intervenido por nuestro software neuronal tal como lo hace un sistema operativo en la computadora. El cerebro no representa la realidad con precisión, por el contrario, evolucionó para que “naveguemos” en la realidad de manera rápida, exitosa y aumentando nuestro enfoque. De ahí que nazcan las ilusiones y que la realidad física no coincida con lo que percibimos.
Como consecuencia de esto, nace lo que denominamos ilusionismo o trucos de magia. Para Macknik, “los trucos de magia funcionan porque el humano tiene un proceso interrelacionado de atención y conciencia que es ‘hackeable’”. La magia es en realidad una desorientación hábil de la atención que engaña a la conciencia literalmente. Esta misma desatención es la que aprovechan los carteristas, como el prestidigitador y asesor de seguridad Apollo Robbins quien también estuvo en la CDI 2013, para robar nuestras carteras o pertenencias. La distracción es factor fundamental para obtener el éxito.
Por su parte, Martínez-Conde comenta que “necesitamos un cerebro del tamaño de un edificio para percibir la realidad de manera precisa.” Esto arroja luz sobre qué es la realidad. Es inmensa y con una cantidad de información que no podemos procesar. Son miles de variables en color, forma, movimiento, tiempo, tamaño, volumen, perspectiva, sonidos, temperaturas, texturas, sabores, olores, ruidos, presiones, vibraciones… Por ello, el cerebro inventó atajos neuronales para percibir el mundo: sintetiza, comprime, rellena, aumenta, agrupa, organiza. Estamos ante un órgano complejo que evolucionó para permitirnos, a través de sus estrategias, percibir la realidad aunque modificada y sintetizada. El cerebro se enfrenta a la ambigüedad mental todo el tiempo.
Uno de los ejemplos más destacados es al que refiere a dos imágenes idénticas de la Torre de Pisa. Como todos sabemos, la Torre de la ciudad italiana posee una inclinación de 4° casi desde su construcción. Cuando vemos las dos imágenes, la inclinación de la Torre parece diferente en la imagen derecha que en la izquierda, pero esto no es así, puesto que ambas fotografías son iguales. ¿Qué pasa cuando el cerebro ve dos cosas paralelamente inclinadas? El cerebro bifurca una línea inclinada paralela de la otra. Esto también le pasa con los triángulos de mismos ángulos.
Hace poco más de un año, circuló en las redes sociales y en el internet el famoso vestido azul/negro o blanco/dorado. La gente debatía y debatía sobre el “verdadero” color de la dichosa prenda. Para Martínez-Conde y Macknik el color se debe al contexto. Cuando vemos el vestido blanco y dorado es porque parece estar bajo la luz del sol, mientras que en la sombra es azul y negro. También puede pasar que el vestido en la sombra parezca blanco y dorado, y que en el sol se vea azul y negro. ¿Un cortocircuito neuronal? No, explicaron que esto se debe a la forma en que trabaja el cerebro; cuando evolucionó nuestra visión, los colores se desarrollaron para verlos bajo la luz del sol, de ahí que tanta gente lo vea de una combinación de color u otra, dependiendo de la información mental de cada persona.
Lectores, ¿qué les pareció esta ilustrativa charla sobre la percepción, el cerebro y las ilusiones ópticas?, ¿cuántas veces los ha engañado su cerebro? Algunas ilusiones son imposibles de superar. Conscientemente sabemos la forma y el color, pero la ilusión está programada en nuestra arquitectura mental. Si desean ver los otros ocho ejemplos de juegos mentales, entren a la conferencia de los neurocientíficos Susana y Stephen Macknik disponible en nuestro canal de Youtube: http://cdi.la/3m y recuerden: nos leemos en un mes. Au revoir!
Andrés Roemer
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