Distribuida por Cinépolis
“Mientras el Lobo no Está” es una cinta, que cuenta la inolvidable historia de cuatro amigos que sueñan con fugarse de un internado aislado a la mitad del bosque.
A medida que descubren el pasado oscuro del lugar, su sueño se convierte en una carrera por escapar. Una historia de amor, amistad y suspenso, cuyo emocionante desenlace los cambiará por siempre.
No Todos los Secretos Son Inocentes
Entrevista con el Director y
Co-Escritor José Hemsani
¿Cómo se logró levantar esta producción?
¿Como fue el proceso de lograr hacer la película?
Llevo alrededor de cinco años trabajando en este proyecto.
Saliendo de la universidad, mi socio co-escritor y yo, queríamos hacer una película, y abrimos una pequeña oficina en la bodega de casa de su mamá para escribir el guión.
Cuando terminamos el guión y tratamos de encontrar un productor, constantemente nos topamos con pared.
Mucha gente de la industria nos decía que no sabíamos lo que estábamos haciendo porque éramos muy jóvenes, y que no se podían hacer este tipo de películas.
En ese momento parecía que el sueño de hacer películas había llegado a su fin. Ya no conocíamos a nadie más en la industria del cine que nos quisiera ayudar.
Mientras tanto, veíamos que nuestros amigos avanzaban en sus vidas, tanto laboral como económicamente, y nosotros seguíamos atorados en lo mismo y sin una entrada económica.
Fue ahí cuando tuvimos que tomar un salto de fe, y nos dimos cuenta que si queríamos hacer la película a nuestro modo, la íbamos a tener que producir nosotros mismos.
Finalmente, varios años después, un día soleado en Octubre del 2014, el primer Acción de “Mientras el Lobo no Está” se escuchó en el set y fue el principio de una gran aventura.
¿Cual fue tu inspiración para está película?
Desde que tengo memoria, lo que siempre he querido hacer son películas. Yo crecí con una alta dosis de películas de los 80’s y 90’s, de directores como Steven Spielberg, George Lucas, Robert Zemeckis, entre otros. Estas películas forman parte de quién soy y quería ser parte de este mundo tan especial.
Creo que en México se están haciendo muy buenas películas, pero también siento que ciertos
temas o géneros están muy abandonados por el cine nacional. Yo me preguntaba ¿Qué pasaría si en México hiciéramos películas así? Películas con las que todos nos podamos identificar y que me emocionaría ir a ver en el cine.
Mucho de la inspiración de “Mientras el Lobo no Está” viene de querer hacer una película que pueda hacer por alguien más, lo que estas películas hicieron por mí cuando era un niño.
Quería mostrar a un grupo de niños como yo siento que son los niños, inteligentes y soñadores.
Estos niños están tratando de vivir su vida llena de sueños e imaginación.
Pero al mismo tiempo, están tratando de entender el mundo adulto que los rodea, un mundo en dónde esas cosas inocentes se han perdido.
Me interesa explorar el choque entre estos dos mundos y la idea de cómo cambiamos y vemos el mundo cuando crecemos.
Estos temas e ideas base forman mi mayor inspiración para la película.
¿Cuanto duró la filmación?
La película se filmó durante ocho semanas.
¿En dónde se filmó la película?
¿En dónde está ubicada la Escuela?
La escuela de la película no existe como tal, y con un poco de la magia del cine pudimos crear la ilusión de una sola escuela utilizando más de diez locaciones. La fachada principal se encuentra a la mitad del bosque en el Estado de México y el patio central y los demás interiores los filmamos en diversas locaciones alrededor de la Ciudad de México.
Fue muy difícil encontrar locaciones que arquitectónicamente se parecieran a la fachada principal, para darle unidad y que realmente nos sintiéramos recluidos en este lugar alejado de la civilización. Tuvimos que construir varios pedazos de sets que utilizaran elementos arquitectónicos de varias locaciones. Estas piezas fueron el Resistol que unió visualmente la película.
Otra cosa que fue difícil de esto era tener que filmar una misma escena en varias locaciones, y con varias semanas de separación. A veces una parte de la escena ocurría en una locación y la otra parte la filmábamos tres semanas después en otro lugar completamente diferente.
Esto causaba que los actores tuvieran que entrar en el mismo tono e intención que tenían hace
varias semanas. Por suerte, estaba rodeado de actores muy preparados que lo lograban cada vez.
¿Qué es lo qué más disfrutaste cuando estabas haciendo la película?
Creo que lo que más disfrutaba al hacer la película eran los pequeños momentos cuando me daba cuenta que algún actor o miembro del crew se empezaba a apasionar con la historia que estábamos contando.
Son esos pequeños momentos en dónde alguien más hace la historia suya, empieza a proponer cosas, y ser parte del proceso creativo.
¿Cómo fue el proceso de casting?
El proceso de casting duró un poquito más de 8 meses y vimos a más de cuatrocientos niños y
niñas. El productor y yo íbamos a las oficinas de casting todos los viernes, sábados y domingos durante estos meses a ver a los chavos.
Fue un proceso inspirador que influenció el modo en que veía la película. Incluso re-escribimos el guión durante el proceso, para darle
más veracidad a las emociones de los personajes de esa edad.
Estábamos buscando a caras nuevas y frescas en vez de buscar actores ya conocidos. Queríamos encontrar al actor que nos diera el espíritu del personaje más cercano a lo que habíamos escrito. Por suerte encontramos a cuatro jóvenes y cuatro chicas con mucho talento.
¿Cómo fue tu experiencia de trabajar con niños?
Trabajar con los niños fue algo muy refrescante.
Lo que realmente me encanta es su forma de ver el mundo, honesta y sin pretensión. Todos los días aprendía una lección de vida valiosa por estar con ellos.
Todavía tienen esa inocencia que a veces perdemos cuando crecemos.
Ese modo de ver el mundo me inspiraba y me llevaban a re-pensar las escenas en el set.
Otra cosa que me encantó es como los niños crearon su propia pandilla. Eran inseparables, y hasta el día de hoy siguen siendo grandes amigos.
Recuerdo que cuando acabamos de filmar con uno, y ya se tenía que ir, se creó un momento muy emocional con llantos y despedidas.
El Productor y yo decidimos dejar que se quede unos días más para que estuvieran juntos hasta el final.
Al acabar la filmación, habían creado un lazo tan fuerte con sus personajes que se llevaron algunos de los props de sus personajes a casa como un recuerdo.
Pero lo más divertido eran las travesuras que le hacían a Mauricio García Lozano; ya que aún fuera del set, él reaccionaba en personaje, y ellos se iban corriendo muertos de la risa.
Otra cosa que recuerdo es que un día durante la filmación no los podíamos encontrar. Se habían escapado de su camper, y los encontramos platicando con las niñas, igual que en la película.
¿Cómo era diferente trabajar con los actores adultos, a diferencia de los niños?
Realmente no sentí tanta diferencia entre trabajar con actores adultos o niños. A veces, con los adultos es un poquito más rápido o más al punto, pero con los niños me divertía más.
Pero trabajar particularmente con Mauricio García Lozano, fue una experiencia muy interesante. Cuando Mauricio trabaja en cine, suele quedarse en personaje durante toda la filmación.
Cuando llegaba a darle alguna dirección, ya no sabía si estaba hablando con el personaje o el actor. Me daba el sentimiento de que ya no existía el actor, solo el personaje.
Semanas antes de empezar la filmación, iba a todas partes vestido como su personaje y hasta su modo de
hablar cambió.
Un día llegó y me mostró una foto antigua, y me dijo que de esa foto había sacado su personaje, y que incluso había encontrado grabaciones de radio antiguas en las que basó sus patrones de habla.
Para mí era impactante hablar y convivir con un personaje que había escrito e imaginado. En el set era importante llamarle por el nombre de su personaje porque de lo contrario no respondía. Incluso los niños le tenían miedo y le hacían travesuras, y Mauricio reaccionaba en personaje, lo que dio a muchas situaciones divertidas que me hacían reír bastante.
En mi muy humilde opinión, siento que lo que Mauricio logró con su personaje es una de las mejores actuaciones de los últimos años en el cine mexicano.
¿Cual fue la escena más difícil de filmar?
Si tuviera que nombrar una escena como la más difícil, definitivamente sería la escena de la excursión al lago.
Es una escena técnicamente muy complicada de realizar por la dificultad de filmar dentro del
agua con tantos factores ocurriendo al mismo tiempo.
Por otro lado, teníamos a más de ochenta actores en la escena al mismo tiempo, y la coordinación de todos los elementos en conjunto era bastante complicada.
Pero todo eso no fue lo difícil. El día que llegamos a filmar el clima tomó un giro inesperado, y empezó a hacer mucho frío, debido a que estábamos en la montaña. El agua estaba muy fría y los actores iban a tener que actuar ahí dentro.
Este factor inesperado hizo que realizar la escena fuera extremadamente difícil, pero por suerte contaba con actores sumamente comprometidos y un equipo de gente muy valiente, que hicieron que algo tan difícil se sintiera como un gran logro.
Como co-escritor de la película, ¿De que crees que trata la esencia de la película y los personajes?
Siento que la película trata sobre el choque entre el mundo inocente de los niños y el mundo adulto, que muchas veces se comporta con una doble moral.
Por un lado dice hacer las cosas por el bien de la sociedad, pero al mismo tiempo esconde secretos, y sus acciones son lo contrario de lo que dicen.
Creo que en el mundo de los niños esto no pasa tanto, y me interesaba mostrar como los personajes se enfrentan a estas ideas, y las conclusiones que logran sacar para su vida.
¿Porque decidiste contar la historia de esta forma?
Decidimos contar esta historia en el contexto de una escuela con un director dictatorial, porque sentíamos que esto nos proporcionaba un choque de fuerzas más fuerte.
Queríamos contrastar la libertad que buscan los niños, metafórica y literalmente, con el confinamiento de una prisión que puede de la mente adulta.
¿En qué formato se filmó la película?
La película se filmó en formato 2.5k digital, con lentes anamórficos.
Los lentes anamórficos son originarios de los años 50’s, y aunque nosotros utilizamos unos más nuevos, queríamos que la película tuviera un sentimiento más acorde a la época y por eso decidimos filmar con ellos.
Filmar en digital nos proporcionó un gran beneficio, ya que luego en la post-producción podíamos trabajar el negativo digital, y darle un look inspirado en los materiales cinematográficos de la época que hay en día ya no se producen.
¿Cual es tu siguiente proyecto?
Estoy por producir una película, en la cual también soy co-escritor, llamada “Placa de Acero”.
Esta película es una comedia de acción muy divertida sobre un joven policía honesto, que es asignado con uno corrupto y holgazán.
Juntos, ellos tienen que salvar la ciudad del crimen organizado.
“Placa de Acero” va a ser dirigida por Abraham Rosenberg, el director de “Archivo 253”, y la vamos a
estrenar en el 2018.
Por otro lado estoy terminando dos guiones. Uno de Terror llamado “Ella”, que espero podamos también filmar en 2017; y “Muscle”, un drama sobre un grupo
de fisicoculturistas amateurs que quieren llegar a la cima.
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“Mientras el Lobo no Está”,
se Estrena el Viernes 24 de Febrero,
Bajo la Distribución de Cinépolis
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