Desde luego que uno de los factores de convivencia indispensables en la vida, es la llamada Tolerancia.
Quebrantable con los años, tanto pdesde arriba como desde abajo, esta “bondad” es piedra angular para hacer de las relaciones humanas algo sano y disfrutable.
A veces, la Tolerancia se pierde, se diluye, o se disfraza convenientemente cuando se llega a cierta edad; y es entonces cuando se entra precisamente en ese juego con su contraparte, que es la Intolerancia.
Don Servando Villegas es un señor de tercera edad, a quien la vida le juega una mala pasada administrativa, y se ve obligado a abandonar la casa de retiro donde ya no lo soportan, porque es un verdadero dolor de muelas para el resto de ancianos, cuidadores y hasta directivos del lugar.
Es entonces cuando se acerca al acercamiento con el menor de sus hijos, Francisco; y con ello, a intentar convivir dentro de niveles sanos para ambos…y hasta para un nieto, de quien no sabía su existencia.
Pero eso no es todo, ya que son diez en total los habitantes en esa especie de comuna, y eso convierte la estancia del anciano en un verdadero Reto para él y para ellos, puesto que se enfrentan temperamentos y puntos de vista sumamente diversos.
Es aquí donde llega la necesidad de poder vivir dentro e un ambiente, si no de armonía, cuando menos de cierta concordia, en donde no es posible que nadie imponga sus propias reglas.
Esto anterior es una gran aventura para este anciano intransigente, a quien la vida le pone por delante una oportunidad nueva…a pesar de su edad.
NOTAS ADICIONALES, DUDAS Y COMENTARIOS:
http://www.diariojudio.com/autor/eltiojorge
Correo: [email protected]
Facebook: JORGE VILLEGAS HERNÁNDEZ
Twitter: @eltiojorge_com
Conocerse, mas que conocer a los demás,
es la principal de “Un Padre no Tan Padre”
Leave a Reply