“He estado soñando con llegar al Kotel, para rezar y besar a la pared, durante muchos años”, dijo Gedeón Haokip con emoción. “Es realmente como un sueño, es realmente increíble. Es como si yo entrara en mi sueño.”
El olé caminó con gran entusiasmo hacia el Kotel y se quedó durante mucho tiempo junto a él.
“Cuando estés ahí y te vuelvas a Dios, suplicale mantener la aliá de Bnei Menashe y poder traer a casa a toda la tribu perdida de Bnei Menashe”, les dijo. “Su regreso a este lugar muy sagrado, 2.700 años después de que sus antepasados fueron exiliados de esta tierra, es nada menos que un milagro. Es un milagro de D-os.
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“Después de 2700 años de exilio, los Bnei Menashe han vuelto a su hogar” ha declarado el organizador del viaje Zvi Halvei. “De las 10 tribus perdidas, los Bnei Menashe será la primera en regresar por completo.”
Muchas de estas familias de la India recientemente llegaron al aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv. Michael Freund, junto con Shavai Israel, ha trabajado durante años para ayudar a que se culminase este regreso.
The Bnei Menashe of India
In North East India, in the land mass that lies between Myanmar (formerly Burma) and Bangladesh, there lives a small group of people who have been practicing Judaism for more than 27 years. They have not taken on a "new" religion. These people, in fact, have returned to the religion of their ancestors. They call themselves Bnei Menashe (or Manmaseh), descendants of the Tribe of Menashe, one of the ten lost tribes. Also known as the Shinlung, the Bnei Menashe relate their history of exile from the Northern Kingdom of Israel in 721 B.C. across the silk route finally ending up in India and Myanmar (Burma). The story of these people is an amazing one. After thousands of years of exile they have rediscovered their roots and are returning to Judaism.
Please explore these pages and learn more about the wonderful Bnei Menashe of Asia and the Ten Lost Tribes of Israel.
o como dicen algunos investigadores
UNA HISTORIA A DEBATE
En el caso de la tribu de Bnei Menashe, se produjo un importante debate a mediados de la década pasada sobre si realmente se trataba de descendientes de la tribu de Manasés o si, por el contrario, el mito se había establecido en la población a partir de la llegada de misioneros cristianos a esta tierra en el siglo XIX.
Aunque las pruebas de ADN no llegaron ni a confirmar ni a negar el asunto, hay evidencias de signos culturales como son una canción que recuerda claramente al canto de María -hermana de Aarón-, algunos rituales religiosos y culturales, y la presencia del monoteísmo ante el politeismo de la India. Todo ello finalmente ha hecho que un grupo de eruditos haya vinculado todas estas pruebas con las probables raíces judías de, al menos, gran parte de los pobladores, que seguramente luego se mezclarían con los habitantes del lugar, aunque seguían guardando al menos parte de las costumbres judías.
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