Cuando compramos una camiseta, generalmente en lo último en lo que nos fijamos es el packaging que la viste. Sin embargo, cuando esa camiseta es un regalo o forma parte de una campaña publicitaria, saca sus mejores galas y sorprende con trajes asombrosamente “cool” y también engañosos.
Cuando se cuelgan del brazo delpackaging, las camisetas son sorprendentemente camaleónicas y se disfrazan con mucho tino de todo tipo de cosas, de vasos de café, de botes de pintura, de perchas, de galletas chinas de la fortuna, de píldoras y hasta de bolsas de sangre.
¿Quiere pruebas de lo esplendorosamente creativo que puede ser el matrimonio formado por el packaging y las camisetas? Eche un vistazo a las que recoge a continuaciónDesign Swan:
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